1era tarea: Me presento

Hola a todos,

me llamo María, soy profesora de español en un centro escolar del norte de Italia. Mis alumnos tienen de 12 a 15 años, más un reto que una edad. ;-)

Me gusta conocer nuevas herramientas didácticas para alejar el aburrimiento de las aulas, creo en la posibilidad de conjugar la diversión con la aplicación.

Suelo escuchar más que hablar, ¿valor o defecto? depende del contexto.

Acabo de descubrir el mundo de la música: estoy asistiendo a clases de piano. Me relaja, me ordena las ideas, me propicia la concentración.

Un deseo profesional: más confianza y más colaboración.

Expectativas: aprender nuevas formas de trabajo docente en las que encontrar nueva motivación y desarrollo personal y profesional. Inquietudes: el tiempo para llevar a cabo todo.

Un proyecto memorable: mi primer libro virtual "De gira por Europa con don Quijote", producto final de un proyecto eTwinning de hace dos años. Todo un éxito por lo que afectó al diseño de las actividades, a la colaboración entre los profesores, al involucramiento de los alumnos.

Tres imágenes:

La fábula de Aracne (Las hilanderas) de D. Velázquez

En este contexto, me parece más adecuado el segundo título del cuadro:
mujeres que trabajan cada una su pieza para un mismo producto final.

Cuadro pintado por Max Oppenheimer, que nos muestra a Gustav Mahler dirigiendo la orquesta Filarmónica de Viena.
A menudo se compara el profesor a un director de orquesta y los alumnos a sus músicos.
Una entrevista entre Claudio Abbado y Fidel Castro (1999) que me alumbró:
C: ¿Cómo consigue mandar a todos esos músicos?
A: No se trata de dar órdenes, sino de indicarles con la mirada.
C: ¿Cómo consigue obtener tanta disciplina?
A: No es disciplina, sino autodisciplina.
C: ¿Por qué durante la dirección dirigía más a unos que a otros?
A: Porque a veces algunos tienen más de tocar que otros.
(Traducción mía del italiano, espero se entienda lo que se quería decir)

La persistencia de la memoria, S. Dalí

El tiempo es un factor que me provoca inquietudes. Una forma de consuelo es saber que pasa lo bueno como pasa lo malo, y que hay cosas que permanecerán en la memoria para siempre.
Son los valores. De estos hay que cuidar más.